Como inocentes pájaros heridos

Las sombras de los árboles, sobre los edificios, agitaban sus alas como inocentes pájaros heridos, incapaces de tomar altura para iniciar su vuelo. La calle vacía, llena de coches alineados junto a las aceras o en doble fila, era un desierto oscuro sin color ni calor; una calle tipo de un barrio nuevo -de los que «nacen» en torno a un centro comercial en las afueras de una ciudad-, un barrio sin alma, aislado y tranquilo, desde el momento en que cierran las puertas del centro comercial.

Ahí viven seres, obligados a confundirse con las sombras de los árboles porque hicieron sus cuentas sin saber de burbujas, y aterrados, porque sí sabían de cuentas y las cuentas no salen ahora: lo que antes sumaba ya no suma tanto, las restas se multiplican y, en ocasiones, el dividendo baja y sube el divisor.

Pero… ¡todos tranquilos!

A los cuatro vientos se repite la nueva buena nueva:

– ¡Ya se está haciendo lo que había que hacer!

¡Todo irá mejor! Ya hay señales que lo anuncian.

Algunos pájaros no son reales, y no necesitan tomar altura ni iniciar ningún tipo de vuelo.

Tú, silencioso ciudadano, eres lo más valioso para el corregido sistema.

Tú debes confiar en los que saben.

Aprende a no dar importancia a lo que no la tiene:

  1. A que te puedan cortar la electricidad de esa casa que no puedes pagar porque te equivocaste en las previsiones.

  2. A que no puedas ser atendido de esa dolencia que tanto te agobia desde hace meses.

  3. A que tengas que dejar tu coche aparcado junto a la acera.

  4. No es tan importante que no tengas trabajo.

¡Ya te estamos salvando!

Enséñale a tu mujer que nunca fue dueña de su cuerpo ni de sus decisiones, que nunca tuvo derecho real, que muy pronto volverá a ocupar el lugar que le corresponde.

La sociedad os necesita así, esperando, en silencio, tranquilos… y creyendo, porque así lo dicen los que saben, que todo irá mejor y que pronto, muy pronto, esos pájaros incapaces de tomar altura no necesitarán agitar sus alas. Se darán cuenta de que siempre han sido sombras: ¡Es cuestión de tiempo!

Y… siempre les quedará imitar al avestruz.

SIEMPRE QUEDARÁ IMITAR AL AVESTRUZ

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2 comentarios sobre “Como inocentes pájaros heridos

  1. El panorama que pintas es triste, real como la vida misma pero triste. Sin embargo hay una cosa que me parece más triste: que haya quien se deje convencer, quien crea que el sitio que le corresponde es el que dictaminen desde esas alturas los que manejan el timón.
    Un abrazo, Sergio.

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    1. ¿Convencidos de que es bueno el rumbo que llevamos? Haberlos, haylos, amigo mío; pero quiero pensar que no tantos como parece. Desorientados sí, tristes: ¡Muchos! ¡Demasiados! Pero observando quién maneja el timón y por qué lo hace.

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