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Se suele decir que «después de la tempestad viene la calma».
¡Pues aquí estamos de nuevo!
Certificando que somos, pero que ya no somos el mismo que antes de la tempestad. Que todo lo que nos ocurre nos transforma. Que no somos mejores ni peores que otros. Que siempre hay motivos para llorar y que, por eso precisamente, debemos encontrar motivos para reír. Que tenemos que elegir, todos los días, y ahí -en esa elección- está la libertad del ser humano.
Nuestra elección puede consistir en no elegir jamás y dejarnos llevar por la corriente. También podemos elegir estar siempre llorando, con la queja a cuestas, y negar lo que sentimos delante del espejo. Podemos cerrar los ojos a la realidad, exigir a los demás lo que no somos capaces de exigirnos a nosostros mismos o no asumir la responsabilidad que nos corresponde en la construcción de nuestra realidad.
Pero lo nuestro -lo humano- es avanzar, aunque sea a contracorriente.
Todos los contratiempos nos enseñan y nos hacen mas fuertes, amigo. Quizás lloremos, pero lo importante es luchar por nuestros ideales aunque sea a contracorriente.
Preciosas reflexiones amigo, que tengas una preciosa semana.
Besos
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Las semanas pasan volando y cada intento de dar un paso nuevo, la corriente me lo vuelve para atrás…
Respondo, por fin, a tu amable comentario y espero esa fuerza que pronosticas. ¡Gracias, amiga, por tus palabras!
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Me alegra verte de nuevo!
YO sé muy bien lo que es contra corriente no se lo deseo ni a mi peor enemigo si lo tengo.
Un abrazo y adelante.
Por si no lo sabes soy gaviota desde mi blog de cine.
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¡Hola amiga! Me alegra encontrarte, aunque sea en otro blog… ¡y de cine!
Verdaderamente mi vuelta es bastante a contracorriente. El escaso tiempo de que dispongo lo utilizo para leer lo que voy recibiendo, responder los comentarios y poco más.
Ya vendrán mejores tiempos.
Mientras, vienen muy bien esos abrazos y esos ánimos que agradezco.
Gracias. Y, por supuesto, te sigo en Isabelamor.
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Aunque nos digan locos (ellos son los locos).
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Todos locos… ¡Qué locura!
Lo bueno es que ellos ladran… y eso es muy buena señal: ¡cabalgamos!
Un abrazo
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Me alegro de verte de nuevo por aquí. Seguiré bebiendo de tus fuentes.
Un abrazo.
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Muchas gracias. Y yo espero tus comentarios siempre.
Un fuerte abrazo
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No te rindas, aun estas a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.
[…]Vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos….,
Tus palabras me hicieron recordar estos versos de Benedetti. Un abrazo
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Muchas gracias. Eso es que me has leído con muy buenos ojos… y que conoces a Benedetti. Así da gusto!
Un fuerte abrazo
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Una alegría volver a verte por aquí
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Y encontrarse así recibido: mucha más alegría!
Gracias, amigo.
Un abrazo
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Siempre hacia adelante, aunque sea a contracorriente. Bienvenido!
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Eso sin dudarlo.
Muchas gracias, amigo.
Un fuerte abrazo
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Llorar y reir…quien dijo que tenia que ser diferente?
Me alegro de tu vuelta.
Saludos
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Yo me alegro de encontrarte ahí en mi vuelta.
Tienes razón. Son caras de una misma moneda y es bueno que lo tengamos en cuenta en todo momento.
Un abrazo
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Sabia aportacion digna de ser compartida y que sea de igual forma sentida o ignorada, o materializada, depende de cada uno y de su libertad… Un abrazo es realmente importante hacer incapie en este tipo de cosas.
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Muchas gracias, Félix, por tus palabras. Es agradable sentirse acompañado.
Un abrazo
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