¡ALEGRÍA?
A uno le gustaría mostrarse más alegre en estas fechas en las que la felicidad inunda, de oficio, nuestros corazones. Le gustaría, pero no puede. No puede entender esta muestra oficial de satisfacción cuando la tozuda realidad continúa mostrando todas sus caras y, muchas de ellas, no tienen motivos para la alegría y la celebración.
Dejemos a un lado la búsqueda de culpables de que esta realidad sea como una lotería que siempre favorezce a unos pocos, solamente, y casi siempre a los mismos. Olvidemos, si es preciso, a quienes han perdido algo que hasta hace poco poseían -trabajo, vivienda, derechos, dignidad, salud…- y, puestos a olvidar, olvidemos a todos aquellos que no han podido perder nada porque nada tenían que perder -desde los que nunca tuvieron trabajo hasta los que nunca tuvieron salud…-.
¿Qué nos queda?
¡Alegría?
La alegría de no considerarnos responsables de los millones de tristes realidades en el mundo.
La alegría de disponer de esa maravillosa capacidad de poder dejar a un lado aquello que no nos toca de lleno.
La alegría de no ir a buscar una vida nueva a otro país lejano.
La alegría de no tener que estar esperando a que se cumpla la Ley, con un grado de discapacidad reconocido del ochenta y siete por ciento.
La alegría de otorgar el valor que no tiene al dinero y al poder,
La alegría de no sufrir, directamente en la piel, el golpe de lo inhumano, de lo injusto, de lo irracional.
¿Alegría?
Alegría para todos.
Feliz Navidad.
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Y ahí tenéis (18)
http://literariedad.co/2013/05/18/se-llama-poesia-todo-aquello-que-cierra-la-puerta-a-los-imbeciles/
Y ahí tenéis (19)
https://debarbasyboinas.wordpress.com/2014/11/30/aprovecha-el-momento/
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¡¡Palabras sabias que emanan de tu interior Grojol!! Me alegra conocerte; coincidir en pensamiento. Las invenciones del hombre como el dinero, los regalos o el poder; no sustituyen el amor y la alegría de estar vivos.
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¡Cómo me alegran estas palabras tuyas!
Este coincidir en el pensamiento, y en el sentimiento, ya lo sé desde hace meses. Esto sí que es motivo de alegría.
Un fuerte abrazo
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😀
Es curioso 🙂 también la siento.
Dos abrazos para ti 🙂
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Pongamos que es por eso…
Un año que, si estamos como dices, puede ser para la historia.
Vamos a creer que sí, que estaremos inspirados la mayoría.
Un abrazo
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Vamos a pensar que la alegría es por la emoción ante la hoja en blanco que supone un año nuevo (y tampoco podemos ir por ahí robando los bolígrafos, vamos a creer que estaremos inspirados la mayoría). Abrazo.
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Termino el año recibiendo premios y otorgando nominaciones. Tengo el placer de comunicarte que te he nominado a dos premios muy especiales.
Premio Blog Navidad 2014 y Premio Best Blog
Siguelos desde mi blog
FELIZ 2015
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Tras unas involuntarias «vacaciones navideñas» me obsequias con dos nominaciones nuevas, que te agradezco, y con la energía que conllevan para «reiniciar» la actividad en un año que promete.
Pasaré por tu blog en cuanto termine el repaso a los comentarios acumulados. Muchas gracias, Julia. ¡Feliz 2015!
Un fuerte abrazo
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Gracias y Feliz 2015, un abrazo.
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Bueno, Carlos, nada de rollo, esto que acabo de leer… es poesía. Comprendo perfectamente lo que dices y te felicito de todo corazón y me atrevo a decirte que siento un poquito de envidia -lo más sana posible, si es que es posible que la envidia sea sana-.
Esa emoción que refieres, esa convulsión interior, es motivo de alegría para quien tiene la fortuna de sentirla en estas fechas. Yo he querido señalar que no en todos aparece esa emoción, por diferentes motivos, y pongo en duda, precisamente, la generalización de la alegría por el único motivo de que llega navidad. ¡Pero la deseo! ¡La deseo para todos! Y me alegro, me alegro mucho de que tengas operativo el modo navideño.
Un fuerte abrazo y que disfrutes la Navidad.
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Supongo que queda lo que es cada uno. A mí personalmente me llena de asco ver cómo gente que se tira los trastos a la cabeza y se pegan de puñaladas traperas felicitándose mutuamente, riéndose las gracias para luego a primeros de año estar igual. Y todo lo que has escrito es verdad, pero en nosotros está el transmitir a nuestros seres más cercanos valores para que logren ser mejor personas de lo que nosotros somos o fuimos. Me quedo con mis seres más cercanos y en el intento de transmitir esos valores no solo un día sino hasta el fin de mis días. Un buen post. Te felicito
Un saludo desde la sombra…
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Muchas gracias por tus`palabras.
Eso que dices de esa gente que se tira los trastos, hacen su paréntesis navideño y después vuelven a estar igual que antes… es más frecuente de lo que nos creemos.
Me alegra mucho esa actitud de transmitir los valores, día a día, para que duren siempre.
Un fuerte abrazo
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Así es amigo Grojol. LA NAVIDAD…Esas fechas en las que, con mucha suerte, seremos todos, o al menos lo pareceremos, mejores personas. Más afectivos, más cercanos, más cariñosos…Fechas en las que miraremos más allá del cuello de nuestras propias camisas y veremos algo más allá; pensaremos algo más en el prójimo, en la familia y en los amigos; en los seres queridos, en los ausentes…
Un saludo de amigo.
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Sí, amigo Andrés, incluso nos podremos permitir darnos dos besos a nosotros mismos cuando rebose esa alegría.
Un abrazo de amigo
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Hola Grojol. Hoy le he dado al me gusta por como lo has escrito, pero no comparto el contenido. Mira que curioso, a mí me pasa eso con las fiestas, con las de mi pueblo, con las de mi ciudad, con las de mi barrio. con cualquiera que esté organizada. No puedo sentirme alegre a toque de corneta. Y se me nota.
Pero la Navidad, para mí, es otra cosa. No son las fiestas de la alegría, para mí son las fiestas de la emoción, de los recuerdos, de los deseos, del cariño, de la esperanza. Quizás por educación no las relaciono directamente con la alegría, al menos con esa alegría fiestera exterior. Más bien diría que siento una convulsión interior, una emoción especial con todo lo que me rodea, lo bueno y lo malo, que lo hay, y mucho, y para rato. Y es algo que me produce momentos de rechazo de algunas de las manifestaciones más comerciales de las fiestas, y algunos de los momentos más entrañables, generalmente solo, del año. El repaso, los proyectos, las correcciones, pegar un abrazo a mis hijos como no se lo he dado en todo el año. Recordar el dolor de una pérdida, conmoverme con las palabras que, a duras penas, te dice al oído alguien cuando te felicita el año nuevo. Mirar a mi madre un año más, y ver la vida marcada en sus ahora pequeños ojos vidriosos, abrazar a mis hermanos, y llorar, últimamente, todos los años lloro solo de emoción, de lo que hice y de lo que no hice, de lo que digo y de lo que callo. Bueno, perdóname este rollo, pero es que ya estoy en modo navideño. ¿Melancolía?, ¿tristeza?, pues también, porqué no, en la emoción caben perfectamente.
Un abrazo muy fuerte, y felices sentimientos.
Carlos.
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Con la que nos está cayendo, solo nos queda la alegría de seguir unidos, la alegría inherente a quien poco tuvo y se quedó con menos, la alegría de seguir vivos y poder ver un nuevo año pasar… Yo tampoco quiero una alegría de catálogo, no quiero sonrisas de grandes almacenes y santas rubicundas. Pero hoy igual que mañana y pasado mañana, con contrato de mejora. O pienso así o … quién sabe… Muchas gracias por tus palabras, da gusto leerte. Un abrazo.
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Gracias a ti por leerme y por tus palabras. Me alegra mucho tu comentario. Nos quedamos, pues, con esa alegría de seguir vivos y poder ver…
Un fuerte abrazo
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¡Muchas gracias, Hope, por tus palabras! Me dan mucha alegría de la buena. Además tocas un temilla que me lleva dando vueltas a la cabeza un montón de tiempo -de los tiempos de la cordura indecente, fíjate- y aprovecho para preguntar, por si me das pistas.
Lo de regalar felicidad a los (más bien las) que NO nos quieren -es que haberlas haylas, como las meigas- ¿Cómo lo haces? ¡Es que a mí me la rechazan siempre!
Besos, abrazos, felicidad y alegria para cada día, Hope.
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¡¡Claro que si!! Alegría, que de lo poco que poder regalar sin medida es felicidad para quienes nos quieren y… para quien no, también.
Alegría para un aspirante a loco, que digo yo, que ya está rematadamente loco. 😛
Besos grojol!!
Hope
http://www.infinity-hope.com
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La alegría, para mí depende en gran medida de lo que necesitemos para estar alegres, hay quienes con menos regalos bajo el árbol, o sin árbol, son más felices que los fríos regalos bajo el árbol frío. Es cuestión de actitud.
Un abrazo de alegría, amigo mío, importa poco si es navidad, la alegría de mi abrazo no tiene fechas. 🙂
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Eso, precisamente, es lo que he querido plantear. La auténtica alegría no entiende de fechas porque es de diario. En estas fechas se amplifica, se exagera, se adultera… y, a muchos, no nos parece alegría (es ¡alegría? o ¿alegría?). Así es que… ¡Venga ese abrazo de alegría auténtica sin fecha!
Y otro abrazo igual para ti, querida amiga.
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¿de qué vale la alegría por un rato? Seguimos descubriendo coincidencias 😉
Un abrazo mañanero. (para ti la mañana terminó pero aquí apenas comienza 🙂 )
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Estoy de acuerdo contigo si la alegría es una careta hipócrita pero…Cuando estuvimos en Brasil, hablando con el guia le preguntamos que como podían estar alegres si era tan pobre la gente, nos respondió…»si nos quita la alegría ¿que nos queda?» Para pensar y meditar…
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Sí, María, si la alegría es lo único que le queda a una persona y se la quitan; es como si le quitan la vida.
Yo he querido plantear, precisamente, esa careta de hipocresía que desvirtúa la auténtica alegría, la que tiene que contar todos los días, superando los inconvenientes que se oponen a ella.
Esa que te contaron en Brasil debe de ser la de diario, la auténtica, la deseable, la que se renueva día a día… La que deseo para ti y los tuyos.
Un fuerte abrazo
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Y para ti también y que la puedas compartir.
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A mi personalmente siempre me deprime la navidad. Todo el año debería ser navidad. Todo el año preocupandose de los demás. Todo el año compartiendo y regalando amor. Pero así es el ser humano 😀 Por suerte hay excepciones.
Así que yo en vez de alegría, te mando esperanza y un fuerte abrazo 😀
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Sí. Parece que, por navidad, se produce una extraña separación entre los eufóricos (¡) y los deprimidos (?) Y esa ¡alegría? es la que no conseguimos entender los que la vemos así ¿alegría?. Me apetece mucho este paquete de esperanza que recibo con tu abrazo y, si no tienes inconveniente, yo te mando otro tipo de alegría, esa de andar por casa, esa que no lleva aditivos ni colorantes ni estabilizantes, la que hay que renovar cada día, como tú dices, «compartiendo y regalando amor».
Un fuerte abrazo
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¿Alegría! ¿Por qué no? Ella sustenta nuestra vida que a la vez sustenta a otras muchas. En ella va incluida la solidaridad y la sonrisa.
Gracias por compartir con nosotros tu sensibilidad y buen hacer.
¡Felices horas de cada día!
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Gracias, Isabel. Has captado muy bien esos adornos -¡?- a la alegría. En ese «Felices horas de cada día» está implícita la alegría sin adornos, la de diario, la que, como tú dices maravillosamente, «sustenta nuestra vida que a la vez sustenta a otras muchas.» ¡De esa no dudo!
Felices horas para cada día y abrazos con alegría
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La alegria que no se debe de perder amigo mio, en estos tiempos dificiles es muy dificil el no perderla pero hay que intentar que no se nos escape de nuestra vida.
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Por supuesto, Carmen, perder la alegría ¡nunca! y si se pierde hay que buscarla inmediatamente. Lo que he intentado de expresar es que en estas fechas esa alegría no es muy auténtica, es como un adorno más, como algo que explota y se agota en un segundo (por eso la adorno con ¡-?) La alegría, sin adornos, es menos explosiva pero más duradera y esa, efectivamente, «hay que intentar que no se nos escape de nuestra vida».
Un fuerte abrazo
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Si ya lo se. Por eso mandé la felicitación en mi blog con un mensaje parecido.http://wp.me/s4GZCb-navidad
Dejo el enlace por si alguno de tus lectores quiere ver la Felicitación. 🙂
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Yo encuentro alegría al escribir y al leer personas profundas como tú. Comparto contigo mi alegría, que hoy está presente. Abrazos y bendiciones Grojol!
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¡Pues eso es, Zuri! Esa alegría natural, fresca, compartida… es la que debemos elegir para el día a día. La otra, la que lleva interrogante, la que se saca de la caja de los adornos, es más que nada impostura.
Gracias por compartir conmigo la auténtica alegría del momento.
Un abrazo muy fuerte
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🙂
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Bien, Grojol, bien. De saber hacerlo, lo hubiera escrito así, como tú.
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Gracias, Enrique.
Mira que curiosidad… Yo he estado a punto de decirte, más de una vez, algo parecido; pero la timidez me puede -jeje- y despacho con el «me gusta».
Ya iré cogiendo confianza.
Un abrazo
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Alegría para no perder la esperanza, para seguir creyendo…aunque a veces cueste…y que la cruda realidad no nos haga renunciar a ella, aunque la única excusa para expresarla sea la navidad. Feliz Navidad 🙂
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Pues… tendríamos que procurar que siempre sea navidad y, de esa manera, hacer que la realidad se cocine un poco para que todos tengan acceso a esa alegría cotidiana -con sus altos y sus bajos- de vivir sin que todo sea incertidumbre. Así sí: alegría sin interrogante. ¡Feliz Navidad!
Abrazos
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¡Alegría! La que siento cuando encuentro esos enlaces que nos regalas, cuando te leo…
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¡Tú ves! Esa alegría sí es limpia, de diario, no necesita boato y ni siquiera la interrogación. Para mí, es más auténtica. ¡Gracias por esa alegría! ¡Felicidades!
Abrazos
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Hay que reconocer que vienen unas fechas de mucha hipocresía, donde lo que no tenemos, comemos lo que no necesitamos, abrazamos a aquellos que odiamos durante el resto del año, esto es la Navidad días de felicidad donde parecemos que somos todo amor y bondad. Feliz Navidad amigo.
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Efectivamente, Antonio, son unas fechas en las que triunfa más que nunca la apariencia y los buenos propósitos de boquilla, pero realmente no se produce ninguna transformación positiva en el ser humano. La palabra que lo define es la que tú dices: HIPOCRESIA. Se trata de una hipocresía estacional que se dispara, como el polen primaveral, a niveles perjudiciales para la salud de los más sensibles. Y ese es el motivo de la interrogación en ¡Alegría? Feliz Navidad para ti.
Un fuerte abrazo
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