No es para tanto.
No es para dejar que se claven en nuestras carnes
las afiladas garras de las guerras que otros hacen.
No es para cerrar los ojos cuando nos nacen abandonados.
Y sin embargo vivimos temiendo, paso a paso,
lo que pueda arrebatarnos el camino incierto.
No hay día que termine sin intento de activar nuestro propio sabotaje
y, a pesar de todo, no es para quedarse sin aliento
ni para querer seguir muriendo
tan solo porque el hoy no nos aparece claro y cierto.
No es para hundirse, ensimismado, ante un destino que no se deja ver,
o ante la posibilidad de haber sido comprado por el oscuro interés
de quien alardea ser… y resulta que no es.
No es para rendirse porque siempre el miedo haya tenido el mando en el mundo.
No es para entregarse a un ser que ya dejó, hace tiempo, de saberse humano.
No es verdad que no haya futuro.
El futuro está, íntegro, en nuestras manos: en todas y cada una de cada uno.
Pero cuidado…
cuidado con esas manos que solo ansían poder,
con esas manos familiares que manipulan y matan… “sin querer”.
No es para fiarse de las manos que desprecian,
de las manos que prefieren la ausencia del amor,
de las manos que a otros atribuyen, con falacias, las desgracias que causaron… “por error”.
Hoy, él se había quedado en la cama un rato más. Cuando despertó, tras una buena tanda de sueños, lo hizo con una sensación muy placentera, pero con la habitual amnesia que le hacía imposible recordar nada de lo soñado.
Hoy, el pronóstico del tiempo daba lluvia para todo el día. «L» ya se había ido al trabajo. Eran casi las diez. Comenzaba a cumplirse el pronóstico con una fina lluvia y el silencio del exterior permitía oir el aterrizaje de las gotas sobre ditintos tipos de materiales como una agradable sinfonía de la naturaleza.
«L» envíó su primer WatshApp de control:
– «Como tencuentras?»
– «Biennnn»
– «Te ha sentado bien el desayuno?»
– «Siiii. Y no he visitado al señor Roca»
– «Y no te duele nada?»
– «Nala nala»
– «Y el ruidito de tripas?»
– «Calladito»
– «Bien, me alegro»
– «Yo también… Jeje«
Continúa la lluvia silenciosa mientras el tiempo quiere detenerse. Solo los sucesivos controles permitían un tímido progreso que volvía a ralentizarse, e incluso a querer ir hacia atrás, al término de cada una de las sesiones WatshApp.
Él no dejaba de dar vueltas a los acontecimientos recientes:
Durantes los últimos meses habían dejado de tomar los medicamentos que, probablemente, estaban siendo los causantes de las alteranciones que iba acumulando, sobre todo, «L». Habían remitido las subidas de presión sanguínea hasta hacerse estables y normales, había desaparecido la opresión en el pecho y la garganta, las articulaciones no estaban ya agarrotadas ni los músculos doloridos. Pero cualquier incidencia de salud, por pequeña que fuera, le volvía a meter la duda en la sesera y vuelta a desayunar bromazepam. Las tisanas de salvia y melisa, las lecitinas y las alcachofas, seguramente, tenían los días contados y los paseos, juntos, sin prisas y sin pausa, también habrían sido derrotados. Al final tienen razón los que aseguran que «todo está atado y bien atado».
Hola soy Anibal Andres Chaila. Me pueden encontrar en las siguientes aplicacciones y e-mail: GOOGLE,YAHOO,TWITTER,FACEBOOK aachflrtucuar@gmail.com aachflrtucuar@yahoo.com.ar Nos vemos. 😃👍
La persona detrás de esta página no es más que un "cuenta cosas baratas". No hay sesgos ni persuasiones, solo eventos sinceros que quisieron ser retratados porque sí. Una pequeña aventura, el diario virtual de las notas sin sentido.
Un espacio para la reflexión de anécdotas y cosas que no son del mundo. Un lugar que no pretende ser polémico, pero si causar algún pensamiento en la noche…
Hola soy Anibal Andres Chaila. Me pueden encontrar en las siguientes aplicacciones y e-mail: GOOGLE,YAHOO,TWITTER,FACEBOOK aachflrtucuar@gmail.com aachflrtucuar@yahoo.com.ar Nos vemos. 😃👍
La persona detrás de esta página no es más que un "cuenta cosas baratas". No hay sesgos ni persuasiones, solo eventos sinceros que quisieron ser retratados porque sí. Una pequeña aventura, el diario virtual de las notas sin sentido.